Joaquin Miras
31 de marzo de 2008
Joan; los dos puntos del debate que siempre impone el relativismo epistemológico son:
- 1)Si es posible conocer lo que decían los antiguos o hacemos proyecciones e interpretaciones desde nuestras expectativas,
- 2) Si tiene valor sustantivo el saber antiguo
El primer punto a señalar es que la respuesta negativa a la primera pregunta niega también, como consecuencia, cualquier tipo de comunicación, no solo la comunicación con el discurso escrito hace ya mucho tiempo de personas ya muertas, sino también el discurso oral y presente entre seres vivos, porque lo que se pone en duda es la facultad de comprender que existe algo que es un intento de comunicar. Es decir, se pone en duda que podamos saber que hay cosas que no conocemos y sobre las que podemos ser informados, a pesar de que no sabemos ni que existen, y que existen instrumentos que posibilitan comunicación, esto es que ciertos ruidos no son tal, sino códigos manejados por otros que tiene la intención voluntaria de comunicar y que de entrada tampoco sabemos que existen al menos como recién nacidos. Esta situación es la misma en todos los casos de comunicación
Ellos, los relativistas, en cambio, tienen la pretensión de que la propia afirmación negativa de ellos puede ser entendida por nosotros.
La afirmación de cualquier posibilidad de comunicación parte ya del hecho mismo de que somos capaces de reconocer que “eso” es un trozo de comunicación, sea “eso” Aristóteles o aquello que mueve el interés del niño de tres semanas por saber qué le “quiere” decir su madre; si el niño o el lector no pensara de alguna forma que “eso” es algo mediante lo cual alguien le quiere decir algo y que al otro lado hay intención comunicativa, no se tomaría la molestia de tratar de desentrañar lo que le dicen ni de aprender el lenguaje, porque no sabría para qué sirve.
Para saber que el lenguaje conviene aprenderlo hay que saber “previamente” para qué sirve y aquí viene la agudeza de Platón: ya sabíamos lo que era el lenguaje en la otra vida, el lenguaje se sabe antes de nacer, las matemáticas se saben antes de saber matemáticas porque, si no, no las entenderíamos: el esclavo sabe hacer teoremas con una breve ayuda porque tiene las mates ya dentro de sí aún sin haber ido a la escuela. Por eso niño recién nacido y esclavo, puede sentir que “les interesa saber qué le dicen” porque saben que algo dicen, aun sin saber la lengua ni las mates…Aquí lo que diga la neurociencia.
Sobre su valor sustantivo y su permanencia, el ejemplo de la ciencia es bueno. Los teoremas matemáticos: Tales, Pitágoras o el numero pi como resultado de dividir la longitud de la circunferencia por el diámetro. Primero: son ideas, porque la ciencia son ideas y no poseen distinto estatuto epistemológico, si se comprenden, se comprenden de la misma forma que cualquier otra idea Dos: se comprende y entendemos lo que dicen no proyectamos nuestras ideas. Tres las utilizamos ahora porque responden a realidades que explican de la forma adecuada, de forma universal y universalizada "para todas las circunferencias". También entendemos correctamente otras ideas que no nos son útiles porque son falsas: los mitos religiosos de la antigüedad judía por ejemplo
Las ideas que nos explican los textos son universalizables y universales, como la idea del teorema de Pitágoras. El pensamiento clásico: es un esfuerzo científico y filosófico. Filosofía sustituye a la religión para saber reflexionar sobre cómo vivir y ser feliz, etc. Interpela a la experiencia y reflexiona como saber segundo sobre ella…sin dios ni dogmas: es algo que solo surge porque el mundo de la laicidad se ha desarrollado extremamente. Hay que pensar como debe ser la vida digna del hombre sin que lo explique los sacerdotes Ciencia: que se nos diga que el hombre es por naturaleza animal social es un hallazgo o saber sustantivo y es universal. Es científico porque repudia como explicación los principios no inmanentes al ser humano: no hay dioses como respuesta. Busca `pruebas, debate etc. Y desarrolla la socialidad, etc., etc. Que se nos diga que el ser humano es praxis que lo hace todo por sus manos, praxis social, división del trabajo etc.: es grande esa idea, que es de ellos y es universal y universalizable.
Desde luego, las ideas que nos llegan de la clasicidad son saberes potentes, universales, sometidos a control crítico, no ”sapienciales” intocables: no como los del talmud, el evangelio –“palabra de dios”- los suras. Por el contrario, están sometidos a control racional Y nos llegan en tradiciones/ con tradiciones interpretativas (ahora sobre todo, que hemos sido capaces de leer (comunicarnos con) textos de su escuela en que se hacían interpretaciones, etc : el continuum civilizatorio humano. Todas estas cosas ayudan y mejoran la comprensión de los textos clásicos –filología- Pero la previa es aceptar si podemos “comunicar” o no es posible. Y si no fueran saberes explicativos que son verdaderos, no nos interpelarían: nos interpelan porque son tan verdad como el teorema de Thales.
Se podría tratar de explicar por qué surgieron ahí estos saberes, esta alta autoconciencia de la civilidad, politicidad, socialidad etc., humanas. Pero esto es otra cosa: es explicar la génesis desde los contextos genéticos históricos. Es una cuarta cuestión:
4- Estos saberes proceden de mundos donde la experiencia de socialidad era muy fuerte y para contar con todos como fuerza bruta había que contar con la voluntad de todos, donde la religión había sido batida, y no había sacerdotes –eran una anécdota sin poder hierocrático- donde la ciencia era un valor sustativo: Aristóteles recogía y analizaba decenas de constituciones, estudia la economía…pero esto es ya ir a los contextos genéticos que dan razón de su validez… es un número. El hecho de que aparezcan en una época y luego, posteriormente, todo sea peor etc., debe ser explicado, pero lo sea o no, hay que aceptar la validez de esas ideas... si nos interpelan. Estos son los argumentos, en resumen. Se añade luego lo del desarrollo del cerebro, el constructivismo, etc.
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