Pàgines

dimarts, 25 d’abril del 2023

"El proletariado podrá alcanzar su liberación solo si lucha unido sin la distinción de sexo" Clara Zetkin (1896)

Eleanor Marx

 

Notas sobre un discurso de Clara Zetkin, por Eleanor Marx.

Con motivo de la publicación de un libro con diversos escritos de Eleanor Marx, en Jacobin lat publican como adelante uno de sus artículos, sobre un discurso de Clara Zetkin.

 Font: https://jacobinlat.com/2022/


Eleanor Marx

Traducción: Angelo Narváez León

Eleanor Marx no se reduce al espectro del padre. Versátil y prolífica, escritora y militante socialista, fue una de las primeras pensadoras del feminismo marxista en pleno apogeo del sufragismo

El siguiente artículo es adelanto del libro ¡Siempre adelante! Escritos y cartas, 1866-1897 (Banda Propia, 2022), una selección de textos de Eleanor Marx hasta ahora inéditos en castellano. Fue publicado originalmente en Justice, el 7 de noviembre, 1896.


 

 

El debate sobre la Frauenagitation (es decir, la propaganda entre las mujeres) referido la semana anterior es interesante por muchas razones. Para comenzar, los aspectos teóricos de esta cuestión tan contenciosa sobre las mujeres, como también sus aspectos puramente prácticos, fueron tratados por Clara Zetkin de manera más acabada y adecuada que en ningún otro congreso socialista nacional o internacional. No hubo estúpidas bromas añejas ni otros absurdos, otra prueba de que cuando los y las trabajadoras discuten sus asuntos no hay cabida para lo que nuestro amigo Sanial llama «malezas de la clase media».

Clara Zetkin fue la encargada sobre este asunto, y el valor de su reporte resulta evidente por el hecho de que el Congreso decidió imprimirlo como panfleto. Si no me equivoco, esta es la primera vez que un Congreso socialdemócrata alemán haya decidido algo de este tipo. Frau Zetkin, que comenzó con una cita de Engels, «en la familia el hombre es el burgués, y la mujer representa al proletariado», continuó mostrando cómo el asunto de la mujer en la acepción actual del término era imposible en los tiempos precapitalistas. En las familias antiguas la actividad productiva, en ningún caso pequeña o degradada, era de las mujeres, y debido a que la mujer era productora, la desigualdad social no pesaba sobre ella, aun cuando las condiciones de su existencia pudieran haber tenido una influencia estrecha: «El periodo del Renacimiento fue un momento de tormenta y tensión en el nacimiento de la personalidad individual en el sentido moderno… y, en esos días de gigantes, encontramos a las mujeres como el anclaje de la vida social, artística y política. Sin embargo, no hay rastros de un movimiento de mujeres. Esto es aún más notable porque mientras se desmantelaba la familia, miles de mujeres debieron encontrar provisiones para ellas mismas por fuera de la vida familiar… pero en ese momento, las mujeres fueron provistas por conventos, monasterios y órdenes religiosas. Entonces la maquinaria, los métodos de producción modernos, minaron la producción doméstica y, más que algunas miles, millones de mujeres se encontraron de frente con el problema de la supervivencia económica, social, mental… debieron buscar fuera del hogar el sustento económico y mental, y así comenzó el movimiento de mujeres. Algunas cifras demuestran cómo las condiciones económicas fomentan este movimiento: en 1882, de los veintitrés millones de mujeres en Alemania, cinco y medio eran trabajadores; es decir que casi un cuarto no podía encontrar soporte dentro de la familia. Desde entonces, solo en el trabajo agrario el porcentaje de mujeres trabajadoras ha crecido un ocho por ciento; mientras que el crecimiento de los hombres fue de un cuatro por ciento. En la industria y la minería, el empleo femenino aumentó un treinta y cinco por ciento; y en el comercio, más de un noventa y cuatro por ciento; en los hombres, un treinta y ocho por ciento. Estas simples figuras hablan más enfáticamente de la necesidad de resolver el asunto de la mujer que cualquier declamación elocuente». [1]

Sobre al asunto de la mujer como tal, Clara Zetkin continuó mostrando que solo podía encontrarse en las clases que son producto de la producción capitalista. «Hay un asunto de la mujer para el proletariado, la clase media y educada, y la clase alta. La mujer del Upper ten puede desarrollar su propia individualidad gracias a su propiedad.[2] Aunque, como esposa, todavía depende del hombre… Lo que el capital ha reunido, la moral sentimental no lo separará. De modo que la moralidad del matrimonio puede invocarse como dos prostituciones equivalentes a una virtud». Luego, después de una brillante descripción de las esposas, madres y mujeres del Upper ten, Frau Zetkin avanzó hasta la mujer pequeña y promedio de la clase media. Aquí está la verdadera lucha contra los hombres. Aquí la mujer educada, doctora, funcionaria o abogada es la antagonista del hombre. Las mujeres de esta clase están enfermas por la subyugación moral e intelectual. Son figuras como Nora, que se rebelan contra las casas de muñecas.[3] Desean vivir sus propias vidas, y en cuanto tal, «económica e intelectualmente, las demandas de las mujeres de clase media están plenamente justificadas».

La mujer proletaria es, finalmente, arrojada al vórtice de la producción capitalista porque es barato comprarla. Sin embargo, su posición no es puramente reaccionaria, es también revolucionaria. Comienza esperando traer algo de ayuda para evitar la miseria de la familia; pero se ve forzada a traerle a su familia una miseria mayor. La maquinaría remplaza el músculo y las mujeres se vuelven cooperativas con los hombres…«así la mujer proletaria ha ganado independencia… ¡aunque realmente ha pagado el precio!… si el hombre tiene —me refiero a la ley bávara— el derecho a “castigar ocasionalmente con un golpe a la mujer”, el capitalismo ha desollado a la mujer con escorpiones… Esa es la razón por la que la mujer proletaria no puede ser como la mujer burguesa que tiene que luchar contra el hombre de su misma clase… las objeciones del hombre burgués a los derechos de las mujeres son un asunto exclusivamente de competencia… por el contrario, con la mujer proletaria es una lucha de la mujer con el hombre de su propia clase contra la clase capitalista. No tiene necesidad de luchar contra el hombre de su clase para derribar las barreras que la excluyen de la libre competencia. La avaricia del capital y el desarrollo de la industria moderna la han aliviado de esta lucha… para ella, por el contrario, es necesario construir nuevas barreras contra la explotación de la mujer proletaria y asegurar sus derechos como esposa y madre. Su finalidad y propósito no son la libre competencia con el hombre, sino la obtención del poder político del proletariado. Por supuesto que la mujer trabajadora aprueba las demandas del movimiento de mujeres de la clase media… pero solo como un medio para el fin en que ella puede estar completamente armada para entrar en la lucha de la clase trabajadora junto con el hombre de su clase».

Después de un análisis más que admirable de la posición de la mujer trabajadora, tan ingeniosa como minuciosa, Clara Zetkin concluyó resaltando que la propaganda sistemática entre las mujeres (entre las mujeres trabajadoras) supone una necesidad absoluta del movimiento proletario.[4] Discutió los diversos medios prácticos para la mejor realización de la propaganda, y terminó su brillante discurso —que espero se publique de manera íntegra en Inglaterra— de esta manera:

«Solo una sociedad socialista puede resolver el conflicto provocado hoy por la actividad económica de las mujeres. Cuando la familia como unidad económica desaparezca para que surja como una unidad social, la mujer será igual al hombre produciendo y esforzándose codo a codo con él; será su camarada, ambos vivirán sus vidas como seres humanos; también entonces será liberada para cumplir sus deberes como esposa y madre. En la sociedad del Nuevo Helenismo le será posible dar forma a su vida como un todo armónico, para realizarse artísticamente. Y esta sociedad se expandirá por el mundo; no se fundará sobre la esclavitud de los hombres, porque se levantará sobre la esclavitud del hierro y el acero; tendrá a las fuerzas de la naturaleza en su puesto de control. Claro, los socialdemócratas marchan: pero solo cuando las masas de mujeres estén con ellos les será posible decir ¡el pueblo está con nosotros, la victoria es nuestra!».

El resultado de este discurso se evidencia por el hecho de que el Congreso exigió de manera unánime su publicación como panfleto.


Notas

 

[1] Clara Zetkin pronunció este discurso el 16 de octubre de 1896 en el Congreso del Partido Socialdemócrata de Alemania celebrado en Gotha. El discurso tenía como finalidad generar un programa que se diferenciara explícitamente de la Bund Deutscher Frauenvereine (Federación de Asociaciones de Mujeres Alemanas). En 1894, Zetkin había publicado en Gleichheit (Igualdad) un artículo titulado «Reinliche Scheidung» («Separación tajante»), donde distinguía entre el Arbeiterinnenbewegung (movimiento de mujeres trabajadoras), y las bürgerlichen Frauenrechtelei (sufragistas burguesas) alemanas. Bajo la conducción de Zetkin, Luise Zietz y Ottilie Baader, el Arbeiterinnenbewegung del spd pasó de 4.000 a 174.754 militantes entre 1905 y 1914. Gleichheit, el periódico editado por Zetkin, aumentó su tiraje de 23.000 a 124.000 copias en el mismo periodo.

[2] Upper Ten Thousand es una frase acuñada en 1844 por el poeta estadounidense Nathaniel Parker Willis para referirse a los diez mil habitantes más ricos de Nueva York. El escritor William Thackeray popularizó la frase en Inglaterra con su novela Las aventuras de Philip (1861).

[3] La frase del discurso de Zetkin dice, «es precisamente entre estos estratos donde encontramos a estas trágicas, pero psicológicamente interesantes figuras de Nora, mujeres que están cansadas de vivir como adornos en casas de muñecas y que quieren participar en el desarrollo de la cultura moderna. Los esfuerzos económicos, así como intelectuales y morales de los defensores de los derechos de las mujeres burguesas están completamente justificados».

[4]  Dijo Zetkin, «la propaganda entre las mujeres es difícil y onerosa y requiere una gran devoción y un gran sacrificio, pero estos sacrificios serán recompensados y deben llevarse a cabo. El proletariado podrá alcanzar su liberación solo si lucha junto sin la diferencia de nacionalidad y profesión. De la misma manera, solo puede alcanzar su liberación si permanece unido sin la distinción de sexo».



 



 









divendres, 21 d’abril del 2023

Dreta envejosa: fora les mans de Gramsci!


 

Gad Lerner, 

Il fatto quotidiano, 8 d’Abril de 2023

 

En un esforç per semblar més moderna i omnicomprensiva que mai, i tot estirant més el braç que la màniga, la dreta italiana està fins i tot disposada a substituir l'anticomunisme per un comunisme “qualunquista”(1)

 

Llegeixo que l'intel·lectual més citat a la conferència romana “Pensar l’ imaginari italià. Estats generals de cultura nacional” (2) celebrada en presència del ministre de Cultura, Gennaro Sangiuliano, no va ser altre que Antonio Gramsci. Sí ell. El secretari del Partit Comunista d'Itàlia i condemnat pel Tribunal Especial Feixista a 20 anys, 4 mesos i 5 dies de presó el 4 de juny de 1928, precisament per comunista. És a dir, deu anys abans de les lleis racials (3).

 


Del gran intel·lectual revolucionari a la dreta
li agrada - i no és pas cosa recent- la idea que la transformació de la societat requereix, una "hegemonia cultural" fins i tot abans de la presa del poder polític. Que també exigeix uns intel·lectuals capaços d'establir una relació de sintonia amb les classes subalternes.

 

Hauríem d'estar satisfets pel renovat interès per l'obra de Gramsci que mostren els hereus impenitents del corrent polític que el va perseguir fins a la seva mort? 

 

Si no fos perquè en el sentit que ells li donen, l'hegemonia cultural es redueix, precisament, a un lloc comú de caràcter conspiratori. Quasi com si es tractés d'una acció subtil dirigida a "la dominació fruit de l'assentiment, la persuasió i la proximitat dels intel·lectuals orgànics al poble-nació". Així ho fa, l'Editoriale Historica quan manipula Gramsci al presentar una antologia dels seus escrits sobre l'hegemonia cultural (4).

 

Per a entendre aquest afany manipulador potser hauriem d’ utilitzar un concepte psicoanalític freudià de trets misògins. Es podria dir que estem en presència d'un cas típic d'enveja de penis. Els intel·lectuals de dretes haurien de convocar una conferència sobre les culpes històriques del feixisme. 

 

Mentrestant, el pobre Gramsci es regira a la seva tomba.

 

Font:   Cara destra invidiosa, giù le mani da Gramsci di Gad Lerner, Il fatto quotidiano


NOTES

 

(1) Gad Ledner posa: "... la destra nostrana è perfino disposta a sostituire l’anticomunismo con il luogocomunismo". No savent com traduir "luogocomunismo", l'he traduit com "comunisme qualunquista". No sé si he encertat. Per a lectors joves, afegeixo la definició de Qualunquismo: que dona el propi traductor de Google: "Moviment polític fundat l'any 1944 per G. Giannini i orientat pel diari "L'Uomo Qualunque", que, a partir del descontentament de les classes mitjanes, s'oposava a l'estructura polític-institucional sorgida de la Resistència i propugnava una visió purament administrativa de la gestió estatal, reduint-se així a una crítica devaluadora dels valors de la democràcia parlamentària; va ser molt efímera, esgotant en només dos anys".

(2) Veure el programa d'aquest congrés a: “Pensare l’Immaginario Italiano. Stati Generali della Cultura di Destra”: il programma

(3) Les lleis racials del feixisme italià van ser un conjunt de lleis promulgades pel règim feixista entre el 1938 i el 1943 per aplicar la discriminació racial a Itàlia, principalment dirigides contra els jueus italians i contra els habitants natius de les colònies imperials.  

(4) Antonio Gramsci, L'hegemonia culturale


Traducció i notes: Joan Tafalla, 

Sabadell, 21 d'abril de 2023 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


dissabte, 8 d’abril del 2023

Picasso, comunista, per Rosana Rosanda.

 Nota del traductor. Tradueixo aquest article de Rossana Rosanda publicat al diari comunista italià Il Manifesto dos dies després de la mort de Pablo Picasso succeïda el dia 8 d’abril de 1973. He anotat alguns dels seus passos pensant en un hipotètic lector d’avui que no té per què coneixer alguns fets o personatges.

J.T. Sabadell, 8 d’abril de 2023

 

El text Rosana Rossanda ha estat publicat en l’edició de Il Manifesto del 8 d'abril de 2023: https://ilmanifesto.it/picasso-comunista.

 

Picasso, comunista

Rossana Rossanda

 
El partit comunista té raó en protestar perquè la ràdio, la televisió i els diaris han passat en silenci la filiació política de Pablo Picasso. Però els fets estan aquí i parlen per si mateixos: Picasso es va incorporar al PCF l'any 1944 i mai no l’ abandonaria fins a la seva mort.

 

Aleshores li va declarar a Pol Gaillard: «Afiliar-me al partit comunista és el resultat lògic de tota la meva vida... Aquests anys de terrible opressió m'han demostrat que cal lluitar no només amb el propi art, sinó amb tot nosaltres mateixos... Sempre he estat un exiliat, ara he deixat de ser-ho.  El Partit Comunista Francès m'obre els braços, fins que Espanya em pugui acollir. Hi he trobat els que més estimo, els més grans científics, els més grans poetes, les belles cares dels parisencs en armes que vaig conèixer els dies d'agost. Som germans".

 

No abandonaria mai aquest compromís. Fins i tot després de la única protesta explícita - el 1956, contra la invasió hongaresa- a un periodista nord-americà que intentava treure'n alguna cosa més li hauria contestat: "Escolteu-me, no sóc un polític. Tècnicament, no en sé de política. Però el comunisme defensa el meu propi ideal i crec que treballa per a fer-lo realitat" (1).

 

Per tant, una gran fidelitat. I tanmateix una fidelitat salvada paradoxalment per un gran distanciament; tan gran, que potser el silenci de la premsa potser no és tan maliciós.

 

Picasso va entrar al PCF amb la gran onada del moment de l'alliberament de París, on havia continuat treballant sota l'ocupació. Era massa famós per a que els nazis gosessin tocar-lo. Juntament amb ell van ingresar Federic Joliot Curie, Paul Langevin, d'altres, com l'Humanité va subratllar amb orgull.

 

«El nostre partit, va escriure Garaudy, aspira a convertir-se en l'animador del Renaixement intel·lectual i moral de França».

 

Al cap i a la fi, l'ingrés al partit va ser la culminació d'una ja llarga associació amb els intel·lectuals comunistes.  Juntament amb ells havia fundat el març de 1934 el Comité de Vigilance des Intellectuels Antifascistes, la primera alineació front-populista. Hi havia aportat un nom ja prestigiós: des de que Vollard  comprés els seus primers quadres l’any 1906, en el tombant de la guerra Picasso havia iniciat un període prodigiós de creativitat i intercanvi intel·lectual.

 

A finals dels anys 20, Picasso figurava entre els grans, i el nou compromís militant dels intel·lectuals no podia deixar d'implicar-lo. Sobretot perquè amb la precipitació de la guerra espanyola va quedar directament implicat i commogut. I en aquesta ocasió, donarà el millor de sí com a artista: la guerra antifeixista i el seu Guernica s'han convertit en una identitat per a la nostra generació.

 

És la trobada més autèntica entre política i cultura; realment, en aquells moments, l’ una  il·lumina l'altra. Al Guernica Picasso expressarà no només l'atrocitat d'un bombardeig, sinó tot l'horror del nostre segle: no retrobarà mai més aquesta identitat, ni tan sols quan sembli encara més compromès políticament amb els grans frescos sobre la massacre de Corea, la pau i la guerra.

 

Guernica, de Pablo Picasso, al Reina Sofia de Madrid

És per això que la relació entre ser pintor i ser antifeixista és completa. Després de l'Alliberament, la relació entre ser pintor i ser militant va ser menys fluïda. A poc a poc va anar apareixent també a França el "realisme socialista", i l'afer Picasso es va complicar.

 

Enrere queden els bons dies en què Garaudy podia sortir-se amb la seva dient: «El primer deure d'un enginyer comunista és ser un bon tècnic, el primer deure d'un artista comunista és ser un gran artista». Tot fent broma, un historiador anglès hauria anomenat aquest: «el segon principi d'utilitat» en la relació entre intel·lectuals i partits comunistes. El primer hauria consistit en el respecte dels intel·lectuals cap a el desenvolupament de la línia política.

 

“Hem de pintar per a les masses i fer-nos entendre per elles”. Picasso es pot permetre el luxe de no ficar-se massa en aquesta molest debat. Quan Fadeiev li pregunta per què utilitza formes que la gent no entén, li replicarà: "Però vas néixer sabent llegir?" "No, això m'ho van ensenyar a l'escola". «Bé, fins que no ensenyin a llegir pintura a l'escola, la gent no ho entendrà». I juntament amb Fernand Léger defensarà la tesi, estimada pel PCF, de la promoció cultural de les masses a través de l'educació.

 

Era un punt de trobada fràgil, però el va protegir de tempestes pitjors.

 

A mesura que prospera el "realisme socialista", la barrera que l'astut Louis Aragon havia intentat crear al voltant de la cultura amb la revista Les Lettres Françaises es fa més fràgil: el PCF construeix el seu propi pintor, el desgraciat Fougeron, i tot aquell que s'atreveixi a atacar-lo és expulsat. No estem de broma, afirmaria Laurent Casanova, després conegut com a liberal, «qui ataca Fougeron, ataca el partit» (2).


Des de l'URSS, l'increïble Gerassimov tronava contra Picasso (era l'època en què Zdanov definia Sartre com a «hiena mecanògrafa») (3). Però només Aragon s'hi implicarà, quan Les Lettres Françaises publiqui un retrat de Picasso després de la mort de Stalin: un Stalin molt jove, una força natural alegre i camperola, un xicot  atrevit que poc té a veure amb el gran mariscal. Picasso reflexa així la seva esperança en Stalin. Els buròcrates  no s’hi reconèixien amb raó, el secretariat del PCF va obligar a Aragon a publicar una declaració ferotge de censura i pluges de cartes que expressaven "horror i fàstic" davant del retrat (4).

 

Va haver de passar un mes de debats tormentosos fins que Maurice Thorez, aleshores malalt a Moscou, es va adonar que s'estaven precipitant, i que corrien el risc de el risc de perdre una glòria nacional. Llavors, el Bureau Polític va fer marxa enrere.



El cas és que Picasso era massa gran i massa útil. Durant la Guerra Freda va recórrer amb fidelitat els Congressos de la Pau: "Estic per la pau contra la guerra, per la vida contra la mort". L'any 1949 donarà al moviment comunista el seu nou símbol, l'anti-Guernica, la coloma blanca de la pau, suau, molt dolça, una mica comestible, que trobarem en plats i bufandes, cartells i tapets de taula.



Darrere de les seves plomes blanques hi ha tot el que era el moviment comunista de la Guerra Freda: una resistència desesperada, si no contra la guerra calenta, si no contra la seva pròpia destrucció a Europa i Àsia. I la repressió a les democràcies populars: fins i tot Slanski i Rajk tenien davant els ulls aquella coloma.

Picasso, potser, no ho sabrà. Fa temps que està tancat al sud de França; hi ha un pacte tàcit de no ingerència entre ell i el partit. Quan, el novembre de 1956, havia de ser el primer en signar una carta demanant un congrés extraordinari per posar remei "al profund malestar provocat per la pobresa infinita d'informació que dona l’Humanité sobre Hongria", "el vel del silenci, la desconcertant ambigüitat, als delictes contra l'honestedat revolucionària”, els altres signants ho passaran malament. No ell, que no tenia el costum d'anar ni de ser anomenat en els informes polítics. Serà deixat en pau.

 

Així, paradoxalment, la condició per romandre “en els braços de la gran família” és no estar-ne gaire implicat.

 

Comunista curiós, doncs. Però - hauria objectat- va ser culpa seva si la historicitat dels partits comunistes fos quelcom diferent al seu ideal, d'aquell comunisme vivificant que persegueix amb les seves mans prodigioses en totes les formes feliços, doloroses, trastornades del nostre món?

 

Picasso troba en si mateix aquesta relació amb la utopia comunista, en el seu ésser, com potser mai cap altre artista, un reconstructor, un destructor, un distorsionador de la natura i de les coses, que estreny la vida i la mort a les seves mans.

 

Tots aquests anys nostres terribles han passat per les seves mans, i s'han convertit en matèria, i amb ells la pobresa, la guerra, tan Henri Martin com Duclos o els rostres dels Rosemberg.

 

Què té Picasso en comú amb altres, fins i tot grans pintors, que ens han traduït el món segons el seu registre sovint fascinant?

 

En Picasso són les coses i els esdeveniments els que trenquen formes i registres, homes i natura i història, rugint d'alegria, ironia, dolor. Visitant fa uns anys la seva gran exposició a París - no una exposició, sinó una vida, un món- «semblava que res s'acostava més a la necessitat que expressaria el 1968, res més semblant a l'omnilateralitat de la producció «comunista» que albirava Marx.

 

I tanmateix, al preu de quina contradicció. Comunista perquè sol, perquè diferent, perquè infinitament ric. Potser el podria preocupar el crit que s'aixecava des del maig, la petició de "negar-se" en la milícia? I què va significar el seu prodigiós món de formes per a la nostra lluita immediata? Tot, perquè hi érem tots, amb la nostra història; res, perquè avui res pot salvar la bretxa entre les masses i aquesta cultura, després de l'escletxa que es va produir el segle passat entre la "visió" del proletariat i l'expressió figurativa, una altra fragmentació i divisió induïda per la civilització del capital.

 

Tampoc una revolució serà suficient per salvar aquest abisme.

 

Picasso va morir sol, pintant, exiliat, multimilionari, comunista. Quan, a l'època del comunisme, algú faci la història del nostre segle, en ell veurà potser el testimoni més extraordinari, sens dubte el més poderós, d'un món, el nostre, que ha perdut tot principi d'unitat.


 

 NOTES

 

(1) L’any 1956 fou un any crucial en el desenvolupament i crisi del moviment comunista a Europa. Mort d’Stalin l’any 1953 havia començat un canvi que va resultar convuls i contradictori. Això va afectar tant a la URSS com a Polònia i Hongria. Entre el 14 i el 26 de febrer d’aquell any es va desenvolupar el XXè Congrés del PCUS on va ser llegit l’informe secret de Khrusxov que contenía una dura crítica de Stalin i de l’estalinisme. El mes de juny esclataren uns amotinaments a Poznan (Polònia) que, després d’una dura repressió i de negociacions, desembocaren en reformes del règim amb l’arribada Władysław Gomułka a la direcció del partit i del govern. Les reformes poloneses estimularen l’aparició d’un moviment similar a Hongria. En aquest cas, la situació va acabar amb la invasió del país per part de les tropes del tractat de Varsòvia. Això va obrir una gran debat als partits comunistes d’occident, especialment a l’italià, al britànnic i al francès. En el cas del PCF un manifest d’intel·lectuals que protestava contra la intervenció soviètica estigué encapçalat per Pablo Picasso. Miguel Orozco ho explica així en un llibre recent: “El 23 d'octubre esclata la insurrecció de Budapest i provoca la invasió d'Hongria pels tancs soviètics el 4 de novembre. Aquesta intervenció sacseja el partit i els seus companys de viatge i amics intel·lectuals. Els primers a reaccionar són un grapat d'intel·lectuals d'esquerra, dels quals els més coneguts són Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Jacques Prévert i els amics de Picasso Claude Roy i Michel Leiris, que el 8 de novembre publiquen un manifest a France Observateur, el predecessor del Nou Observateur actual. Els signants, que declaren la seva simpatia per la Unió Soviètica i el socialisme, expressen no obstant la seva més viva protesta per la invasió 308. L'endemà de la publicació del manifest, Sartre anuncia en una entrevista amb el setmanari L’Express la seva ruptura amb el comunisme, afirmant: “El que ens ensenya el poble hongarès amb la seva sang és el fracàs complet del socialisme com a mercaderia importada de la U.R.S.S.”. Els altres intel·lectuals dubten, i encara que Picasso es podria haver emparat en la seva condició d'estranger i de “pintor de tots”, accedeix a signar, a la iniciativa de la jueva rus-francesa Hélène Parmelin (directora de cultura de L’Humanité i companya sentimental del pintor Edouard Pignon) una carta oberta al Comitè Central del partit, amb còpia a totes les organitzacions regionals, en què exigeixen la celebració d'un congrés extraordinari per debatre la invasió d'Hongria. La carta, publicada al diari Le Monde el 22 de Novembre, deplora que encara que “les setmanes que acaben de transcórrer hagin presentat per als comunistes greus problemes de consciència, ni el Comitè Central ni L’Humanité han ajudat a resoldre'ls”. La resposta del partit és fulminant: els protestataris “poden obstinar-se malgrat els fets, però no tenen el dret de intentar imposar el seu punt de vista al Partit per mitjans il·lícits”, veure: Miguel Orozco, Picasso litógrafo y militante, Málaga, Fundació Pablo Picasso, 2016, pp. 246-247. El llibre de Miguel Orozco, de recomanable lectura reconstrueix detalladament la complexa relació entre Picasso i el partit.

(2) Sobre André Fougeron, veure: https://fr.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%A9_Fougeron

 

(3) La Wickipedia atribueix aquesta qualificació de Sartre a Alexander Aleksandrovich Fadeïev, president de l’Unió d’Escriptors Soviètics, que en el congrés Congrés Mundial d'Intel·lectuals per la Pau a Wroclaw, el 1948, hauria qualificat a Jean-Paul Sartre, absent de la cerimònia, com a "xacal proveït d'una ploma" i "hiena mecanògrafa", insults que haurien provocat la sorpresa dels delegats francesos, el disgust de Paul Éluard i la fúria de Pablo Picasso. És en aquest congrés que probablement s’hauria desenvolupat la conversa entre Picasso i Fadeïev que narra Rosana Rosanda. Veure: Miguel Orozco, Picasso litógrafo y militante, ob.cit., p. 166. Fa la impressió que l'aurora escriu l’article recordant velles converses entre amics i camarades que havien assistit a aquell congrés.

(4) Segons publica Rusia Today: “Perquè ens expliqui alguna cosa més sobre aquest curiós fet, ens dirigim a la ciutat natal de Picasso, Màlaga, on resideix el seu biògraf Rafael Inglada. Això és el que ens va explicar sobre l’esmentat quadre. “El Retrat de Stalin que Picasso va fer arran de la mort del dictador soviètic (5 de març de 1953) va ser, crec, una resposta a les exigències de què devia ser l'art per a una potència com Rússia. Va ser el biògraf i amic de Picasso, Pierre Daix, que un dia després li va enviar un telegrama a l'artista malagueny, en nom de Louis Aragon, perquè participés amb un dibuix en el número especial que se li dedicaria al difunt soviet a Les Lletres Françaises. Picasso va executar el dibuix a carbonet el dia 8 a Vallauris, i el 12 va aparèixer a l'esmentada revista, que corresponia al 12-19 de març. Picasso va voler fer un dibuix d'un Stalin jove (a partir d'una fotografia del 1903, que Françoise Gilot, aleshores companya de Picasso, va localitzar en un vell diari). “Sembla que ell i Françoise Gilot van riure tant en acabar el dibuix que a ell li va donar singlot, ja que el retrat tenia una semblança sorprenent amb el pare de Françoise”, escriuen Czernin i Müller. Tot i així, ho van enviar, i va acabar il·lustrant la coberta amb dos articles al costat d'Aragó i Joliot-Curie. Ni les flors que Picasso havia enviat a Moscou van aconseguir aplacar el gran enrenou entre les files del Partit Comunista Francès i els detractors i admiradors de l'artista. De fet, el diari L´Humanité del 18 va publicar a la seva primera pàgina un comunicat desaprovant "categòricament" el dibuix: "Sense qüestionar la integritat del gran artista --deia--, l'adhesió de la qual a la causa de la classe treballadora és coneguda de tots, el Secretari del Partit Comunista Francès lamenta que el camarada Aragon, membre del Comitè Central i director de les Lettres françaises, que per altra banda porta a terme una lluita valerosa per al desenvolupament de l'art realista, n'hagi permès la publicació”. Veure: https://espina-roja.blogspot.com/2017/06/retrato-de-stalin-de-pablo-picasso.html 

(Consulta 8 d’abril 2023).