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dijous, 13 de desembre del 2012

Traducibilidad de los lenguajes científicos y filosóficos.



Contexto y consecuencias del § <46> del Cuaderno 11 ( XVIII) de Gramsci.
( Primer ataque, Joan Tafalla, 12-12-12)



El § <46> dice así: “

Traducibilità dei linguaggi scientifici e filosofici. Nel 1921 trattando di questioni di organizzazione Vilici scrisse e disse (press ‘a poco) così: non abbiamo saputo “tradurre” nelle lingue europee la nostra lingua”[1].

Los editores de los Quaderni del Carcere escribieron la siguiente nota explicativa:

“La data del 1921 si riferisce al III Congresso dell’Internazionale comunista, dove fu votata una risoluzione sulle questioni organizzative dei partiti comunisti, che l’anno seguente – IV Congresso  dell’Internazionale – fu giudicata da Lenin “troppo russa”. Cfr. Vladimir Ilich Lenin, Opere Complete, vol. XXXIII, trad. it. Editori Riuniti, Roma 1967, pp. 395-96: “Nel 1921, al III Congresso, abbiamo votato una risoluzione sulla struttura organizzativa dei Partiti Comunisti, e sui metodi  e sul contenuto del loro lavoro. La risoluzione è eccellente, ma è quasi interamente russa, cioè quasi interamente ispirata alle condizioni russe. Questo è il suo lato buono, ma anche il suo lato cattivo. Cattivo perché sono convinto che quasi nessuno straniero potrà leggerla: ho riletto la risoluzione ancora una volta, prima di dire questo. In primo luogo è troppo lunga: contiene cinquanta o più paragrafi. Gli stranieri, di solito, non possono leggere cose simili. In secondo luogo, anche se la leggeranno, nessuno degli stranieri la comprenderà, appunto perché à troppo russa. Non perché sia scritta in russo, essa è tradotta ottimamente in tutte le lingue, ma perché è interamente permeata di spirito russo. In terzo luogo, se anche, in via di eccezione, qualche straniero la comprenderà, non potrà applicarla […] Ho l’impressione che abbiamo commesso un grande  errore con quella risoluzione, e cioè che ci siamo noi stessi tagliatala strada verso ulteriori successi. Come ho già detto, la risoluzione è stesa molto bene e sono disposto a mettere la firma sotto i suoi cinquanta e più paragrafi. Ma noi non abbiamo capito come si deve mettere la nostra esperienza russa alla portata degli stranieri. Tutto ciò che dice la risoluzione, è rimasta lettera morta. Se non comprenderemo questo, non potremo avanzare oltre”.  

La referencia a la traductibilidad de los lenguajes filosóficos y científicos, no es, propiamente a las 21 condiciones que fueron aprobadas en el II Congrès de la IC, celebrado en Moscú entre el 19 de julio y el 7 de agosto de 1920[2].  Las 21 condiciones eran un texto conciso. Se piense lo que se piense sobre este documento y sobre las consecuencias que tuvo en la escisión irreparable del campo revolucionario, no es parece que Lenin lo pusiera nunca en cuestión.

En el § <46> , que estoy comentando, Gramsci se refiere sin duda a un texto más farragoso como era Thèses sur la structure, les méthodes et l'action des partis communistes[3] (aprobado en el III Congreso de la IC celebrado en Moscú entre el 22 de junio y el 12 de julio de 1921.

Hay que pensar que el Tercer Congreso de la IC representó un viraje que correspondía con la idea de que la revolución ya no sería cuestión de meses, si no de años[4]. Trotski afirmó esto en su informe al congreso. Es a decir, se empezaba a caminar hacia la formulación de la táctica del Frente Único, empezaba a aflorar la crítica de Lenin al ultra izquierdismo[5], y se avanzaba hacia la NEP. En el contexto de apertura política que era consecuencia de la derrota de la revolución en Occidente, el documento organizativo era duro. Era natural que fuera así. Suele serlo en estos casos. Las retiradas exigen más disciplina que las ofensivas, si uno no quiere ver disuelto el propio ejército.

En el Cuarto Congreso de la IC, celebrado en Moscú entre el 5 de noviembre y el 5 de diciembre de 1922, Lenin presentó el 13 de noviembre un informe bajo el título Cinco años de la revolución rusa y perspectivas de la Revolución mundial[6]. El informe de Lenin era breve, se había recuperado de su enfermedad producto del atentado sufrido en 1918 y no pudo escribir mucho. La primera parte de la intervención estaba dedicada a explicar a los delegados extranjeros la NEP y las relaciones entre el poder soviético y los campesinos. En estas primera parte se encuentran interesantes reflexiones sobre la retirada. La segunda parte estaba dedicada a criticar el documento organizativo del Tercer Congreso que he citado más arriba, por ser demasiado "ruso" i no precisamente por idioma en que estaba escrito y tampoco per las traducciones que él consideraba excelentes:
“ En 1921 aprobamos en el III Congreso una resolución sobre la estructura orgánica de los partidos comunistas y los métodos y el contenido de su labor. La resolución es magnífica, pero es rusa casi hasta la médula; es decir, se basa en las condiciones rusas. Este es su aspecto bueno, pero también su punto flaco. Flaco porque estoy convencido de que casi ningún extranjero podrá leerla; yo la he releído antes de hacer esta afirmación. Primero, es demasiado larga, consta de cincuenta o más puntos. Por regla general, los extranjeros no pueden leer cosas así. Segundo, incluso si la leen, no la comprenderán precisamente porque es demasiado rusa. No porque esté escrita en ruso ( ha sido magníficamente traducida a todos los idiomas), sino porque está sobresaturada de espíritu ruso. Y tercero, si, en caso excepcional, algún extranjero la llega a entender, no la podrá cumplir. Este es su tercer defecto. He conversado con algunos delegados extranjeros y confío en que podré conversar detenidamente con gran número de delegados de distintos países en el curso del Congreso, aunque no participe personalmente en él, ya que, por desgracia no me es posible. Tengo la impresión de que hemos cometido un gran error con esta resolución, es decir, que nosotros mismos hemos levantado una barrera en el camino de nuestro éxito futuro. Como ya he dicho, la resolución está excelentemente redactada, y yo suscribo todos sus cincuenta o más puntos. Pero no hemos comprendido como se debe llevar nuestra experiencia rusa a los extranjeros. Todo lo que expone la resolución ha quedado en letra muerta. Y si no comprendemos esto no podremos seguir nuestro avance. Considero que lo más importante para todos nosotros, tanto para los rusos como para los camaradas extranjeros, es que, después de cinco años de la revolución rusa, debemos aprender. Sólo ahora hemos obtenido la posibilidad de aprender. Ignoro cuanto durará esta posibilidad. No sé durante cuanto tiempo nos concederán las potencias capitalistas la posibilidad de aprender tranquilamente. Pero debemos aprovechar cada minuto libre de las ocupaciones militares, de la guerra, para aprender, comenzando, además por el principio.
El Partido en su totalidad y todos los sectores de la población de Rusia lo demuestran con su afán de saber. Esta afición al estudio prueba que nuestra tarea más importante ahora es estudiar y estudiar. Pero también los camaradas extranjeros deben aprender, no en el mismo sentido en que lo hacemos nosotros: leer, escribir y comprender lo leído, que es lo que todavía precisamos. Se discute si esto corresponde a la cultura proletaria o a la cultura burguesa. Dejo pendiente la cuestión. Pero de lo que no cabe ninguna duda es de que nosotros necesitamos, ante todo, aprender a leer, a escribir y a comprender lo que leemos. Los extranjeros no lo necesitan. Les hace falta algo más elevado: esto implica primero, que comprendan también lo que hemos escrito acerca de la estructura orgánica de los partidos comunistas y que los camaradas firmaron sin leerlo y sin comprenderlo. Esta es su primera tarea. Es preciso llevar a la práctica esta resolución; Pero no puede hacerse de la noche a la mañana, eso sería completamente imposible. La resolución es demasiado rusa: refleja la experiencia rusa. Por eso, los extranjeros no la comprenden en absoluto y no pueden conformarse en colocarla en un rincón como un icono y rezar ante ella. Así no se conseguirá nada. Lo que necesitan es asimilar la experiencia rusa. No sé como lo harán. Puede que los fascistas de Italia, por ejemplo, nos presten un buen servicio, explicando a los italianos que no son todavía  cultos y que su país no está garantizado aún contra las centurias negras. Quizá esto sea muy útil. Nosotros, los rusos, debemos buscar también la forma de explicar a los extranjeros las bases de esta resolución, pues de otro modo, se verán imposibilitados por completo para cumplirla. Estoy convencido de que, en este sentido, debemos decir no sólo a los camaradas rusos, sino también a los extranjeros, que lo más importante del período en que estamos es estudiar. Nosotros estudiamos en sentido general. En cambio, los estudios de ellos deben tener un carácter especial para que lleguen a comprender realmente la organización, la estructura, el método y el contenido de la acción revolucionaria. Si se logra esto, las perspectivas de l revolución mundial, estoy convencido de ello, serán no solamente buenas, sino incluso magníficas”[7].

En el § <46>, Gramsci se refiere a este discurso. He reproducido entero el apartado para que se pueda apreciar a qué se refiere Gramsci cuando habla de la intraducibilidad del lenguaje científico, filosófico o político como es el caso. Las Thèses sur la structure, les méthodes et l'action des partis communistes eran, según Raggioneri un avance sobre la rigidez de las 21 condiciones puesto que. “… rechazaba explícitamente la indicación de una fórmula inmutable, válida para todos los partidos comunistas, y negaba de manera otro tanto explícita que se debiera tender a la fundación de un “nuevo partido modelo” y de estatutos ideales”[8].
Para Raggioneri, sin embargo, que “… la resolución no sólo había interrumpido la elaboración iniciada con el Extremismo, dirigida a hacer “digerir” a los “compañeros extranjeros” “un buen pedazo” de la experiencia rusa, sino que había vuelto inoperante el “viraje político” efectuado en el Tercer Congreso… De todas maneras, es difícil sobrestimar su importancia para quien, de la audición directa de aquellas palabras de Lenin, debió extraer un estímulo y un aliento profundo a pensar en términos nuevos el camino y las formas de desarrollo de la revolución socialista en Occidente: el peso que este discurso tuvo en encaminar y ayudar a la elaboración gramsciana es algo todavía no suficientemente valorado”[9].
Añadamos que para Ragioneri advierte que para Lenin se había abierto una fractura entre orientación programática de la IC y estructura organizativa. También recuerda que Togliatti se refirió en diversas ocasiones a este discurso de Lenin, lo que permite pensar que fue tema discutido diversas veces entre ambos camaradas y con otros, durante el proceso que llevó al desplazamiento de Bordiga y a la celebración del congreso de Lyon. Según Togliatti: “… se ha trabajado poco alrededor de estas palabras de Lenin, reduciéndolas en general a una crítica solamente exterior de un documento que no habría sido hecho comprensible para los “compañeros extranjeros””[10]

Raggioneri señala que la bolchevización de los PC’s durante los V y VI Congresos de la IC imposibilitaron que nadie leyera este discurso de Lenin de forma correcta. Nadie salvo Gramsci en 1932- 1933 y Togliatti a principios de los años sesenta.

Nota final.- En este primer ataque al tema, no he podido ofrecer un análisis y resumen del importante artículo de de Derek Boothman Traduzione e traducibilità, publicado en 2004 por la International Gramsci Society, en el volumen colectivo AAVV Le parole di Gramsci, Per un lessico dei Quaderni del Carcere , a cura di Fabio Frosini e Guido Ligouri, Roma Carocci editori, 2004.


[1] GRAMSCI, Antonio Quaderni del Carcere, Edizione a cura di Valentino Gerratana, Torino Einaudi, 1975, tomo II, p. 1468. Se trata de un texto C retomado del Quaderno 7 (VII), p. 53 bis. Texto A: “§ <2> Traducibilità dei linguaggi scientifici e filosofici. Nel 1921: questioni di organizzazione Vilici disse e scrisse: “non abbiamo saputo “tradurre” nelle lingue “europee” la nostra lingua”.
[2] AAVV, Manifestes, Thèses et résolutions des Quatre premiers congrès de l'Internationale communiste 1919-1923, Paris, Bibliothèque communiste, Librairie du Travail, 1934, Réimpression en fac-similé, François Maspero, 1972, pp. 39-41; Traducción al español: Los cuatro primeros congresos de la Interancional comunista, Primera y segunda parte, Buenos Aires, Cuadernos de Pasado y presente, 43 y 47, 1973, con una presentación de Ernesto Raggioneri, Primera parte, pp. 109-114). La edición de 1934 la realizó la Liga Comunista Internacional ( antigua oposición de izquierda), creo que el editor Boris Souvarine, pero no he podido verificarlo. Si alguien lo sabe, ya sabe, me lo dice. La edición española se debe sin duda a la iniciativa de José Aricó, director de PP. El material de Ernesto Raggioneri, Lenin y la Internacional comunista es, a mi juicio, muy clarificador.
[3] Edición en francés: AAVV, Manifestes, Thèses et résolutions des Quatre premiers…, ob.cit. , pp. 109-122; traducción al español, Pasado y Presente 47, ob.cit., pp. 66- 108.
[4] Ver la introducción de Raggioneri a los volúmenes 43 y 47 de PP, ya citada: PP 43, pp. XXXIX-XLII. 
[5] Ver JOHNSTONE, MONTY, Lenin y la revolución, in Historia del marxismo, La época de la IIIª Internacional (I), dirigida por Eric J. Hobsbawn, Barcelona, Bruguera, 1983, p. 168. La crítica de Lenin al ultra izquierdismo tuvo grandes consecuencias en el PCI: desplazamiento de Bordiga y su substitución por Gramsci en el congreso de Lyon en 1926.
[6] LENIN, V.I., Cinco años de la revolución rusa y perspectivas de la Revolución mundial Obras completas, tomo 45, pp. 295-310.
[7] LENIN, V.I., Cinco años de la revolución rusa y perspectivas de la Revolución mundial ob.cit. Obras completas, tomo 45, pp. 308-310.
[8] RAGGIONERI, Ernesto, Lenin y la Internacional comunista, ob. Cit. P. XLII. En esa misma página y en la siguiente, Raggioneri ofrece un detallado resumen y análisis de la resolución. En un segundo ataque al tema intentaré verificar si se trata de una análisis certero. Debo también verificar el autor o autores de la misma.
[9] Ibidem, p. XLIII. Para esta afirmación conviene retener que el trabajo de Raggioneri está datado antes de 1973.
[10] Togliatti, citado por Raggioneri, Alcuni problema della storia dell’Internazionale comunista ( Rinascita, julio-agosto 1959) y Lenin e il nostro partito ( Rinascita, mayo 1960), Ahora en Palmiro TOGLIATTI, Problemi del movimento operaio internazionale, Roma 1962, p. 320 y 378. Reseguir este hilo sería también de interés, pero lo dejo para un segundo ataque al tema.